Elegir el grifo adecuado para un baño o cocina puede ser más complicado de lo que parece, ya que existe una enorme variedad de tipos, modelos y medidas.
Además, muchas marcas solo muestran características técnicas de sus productos que, en ocasiones, parecen estar escritas para que solo las entiendan los fontaneros.
Pero no te preocupes; en este artículo te guiaremos por los principales tipos de grifos disponibles, de forma ordenada, para que encuentres el que necesitas sin quebraderos de cabeza innecesarios.
Tipos de grifo según su instalación
En primer lugar, veremos los grifos que puedes comprar en función del tipo de instalación, que son básicamente dos.
Grifos de repisa
Los grifos de repisa, también conocidos como grifos de sobreponer o de sobremesa, se colocan sobre el fregadero o lavabo, sujetos por un soporte a la encimera o superficie donde se va a instalar.
Estos son los más comunes en la mayoría de los hogares por su facilidad de instalación (cualquiera puede hacerlo siguiendo unos sencillos pasos) y precios económicos.
Existen muchos diseños para este tipo, desde los clásicos monomando, hasta los de caño alto o los industriales. Los veremos en la sección final de este artículo.
Además, se pueden encontrar modelos para cualquier estilo de decoración y son ideales para reformas sencillas.
Grifos empotrados o murales
Los empotrados se instalan dentro de la pared o en el propio mueble del lavabo o fregadero. Quedan a ras de la pared, ofreciendo una estética minimalista.
Normalmente requieren una mínima obra para su colocación, ya que habrá que hacer un hueco en la pared o mueble para empotrarlos adecuadamente, ocultando las conexiones.
Son ideales para baños y cocinas de estética moderna, aportan luminosidad, amplitud y sensación de orden al no tener elementos salientes. Combinan muy bien con muebles suspendidos.
Tipos de grifo según el tipo de caño
Ahora veremos los grifos disponibles según el tipo de caño, es decir, el tubo por el que circula el agua, la parte que une la tubería con la boca del grifo. Este puede ser de tres tipos, que ofrecen diferentes ventajas a tener en cuenta según la funcionalidad que más te convenga.
Grifo de caño alto
Tienen el caño elevado por encima del fregadero o el lavamanos, lo que es cómodo para llenar recipientes grandes con facilidad y comodidad sin necesidad de inclinarse mucho.
El caño suele tener una altura media de unos 25 cm sobre la cubierta del fregadero, aunque existen múltiples medidas, desde los 20 cm a más de 30 cm.
Son especialmente prácticos en cocinas, ya que facilitan la acción de llenar ollas, cazuelas o cualquier otro recipiente de tamaño considerable.
Grifo de caño extraíble
El grifo de caño extraíble cuenta con una manguera flexible que permite extraer el caño y moverlo libremente para llegar más lejos.
Este tipo de caño es muy cómodo para la cocina. En los últimos años dio el salto de las cocinas profesionales de los restaurantes a los hogares, gracias a sus prestaciones y posibilidades de diseño.
Algunos modelos incluyen la función de ducha, ideales para lavar frutas, verduras o limpiar el fregadero sin salpicar.
Grifo de caño abatible
El caño se puede mover hacia abajo para evitar obstáculos y ofrecer una mayor amplitud de maniobra.
Es una solución intermedia entre los grifos convencionales y los de caño alto, ya que mantiene la estética del grifo tradicional, pero aporta la ventaja de poder orientar el caño verticalmente cuando sea necesario.
Es una solución recomendable para cocinas pequeñas donde no haya mucho espacio para instalar un grifo de caño alto.
Tipos de grifo según el control del paso de agua
Otra opción para elegir un grifo, además del tipo de instalación o el tipo de caño, es según el control del paso del agua. Esta característica es clave para controlar el caudal y la temperatura de salida del agua de forma más o menos precisa, pero también puede ser útil para el ahorro de agua o tapar la pileta de forma más cómoda.
Grifos monomando
Son los más simples de usar, ya que moviendo un único mando hacia arriba o abajo y de izquierda a derecha se obtiene la temperatura y caudal deseados. Además, hay quien los prefiere por su estética más minimalista, al tener un solo elemento. Suelen requerir menos espacio para su instalación.
Grifos bimando
Estos grifos son todo un clásico en muchas casas. Cuentan con dos manillas separadas para controlar el agua fría y el agua caliente de manera independiente. Permite regular de forma precisa la temperatura del agua mezclando ambas salidas.
Es un sistema tradicional que da mucho juego para crear un ambiente clásico o vintage.
Grifos termostáticos
Son muy cómodos, ya que mantienen la temperatura constante una vez fijada, para no sufrir cambios bruscos de temperatura al abrir otro grifo o ducha en el circuito.
Esto se consigue gracias a un cartucho termostático que equilibra la presión del agua fría y caliente de forma automática según la temperatura elegida previamente. Ofrecen mayor confort y ahorro al no tener que estar regulando continuamente la temperatura.
Grifos con palanca de desagüe
Tienen una palanca en un lateral para tapar el desagüe y acumular agua en la pileta cuando sea necesario; por ejemplo, para sumergir los platos.
Grifos temporizados
Estos grifos cierran el paso de agua automáticamente tras un tiempo preestablecido. Resultan muy cómodos en baños públicos y favorecen el ahorro de agua, ya que impiden que se nos olvide cerrar el grifo.
El tiempo suele ser configurable entre unos segundos y un par de minutos como máximo. Algunos permiten pausar y reanudar el tiempo pulsando de nuevo.
Tipos de grifos en base a su tamaño
Finalmente, existen grifos pequeños, medianos o grandes según las dimensiones de la pileta y el espacio disponible.
Los mini grifos son adecuados para baños pequeños o lavabos auxiliares donde el espacio es muy limitado. Los tamaños medianos son los más comunes y se adaptan a la mayoría de las cocinas y baños estándar.
Por último, en piletas extra grandes se suelen instalar grifos de tamaño grande, con caño largo para cubrir toda la superficie.
Hay que elegirlos en proporción al tamaño del lavamanos o el fregadero para un resultado estético más armónico.
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